MÉXICO
Episcopado Mexicano denuncia 12 asesinatos de sacerdotes en gobiernos de Sheinbaum y AMLO
En el actual mandato de Sheinbaum, dos sacerdotes ha sido asesinados y en el sexenio de AMLO se registraron diez

Infobae
ELHEROICO.COM
07 de octubre de 2025
Ciudad de México
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha condenado los ataques en contra de 12 sacerdotes y líderes religiosos. Durante el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se registraron diez, mientras que en lo que va del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, se han registrado dos.
El reciente hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote Bertoldo Pantaleón en el municipio de Eduardo Neri, Guerrero, ha elevado a dos el número de religiosos asesinados desde que la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, asumió la presidencia, según datos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Este caso, ocurrió a un costado de la carretera federal México-Acapulco tras la desaparición del sacerdote el 4 de octubre de 2025, ha llevado a la Fiscalía General del Estado de Guerrero a iniciar una investigación por el delito de homicidio calificado.
Cabe señalar que la violencia contra líderes religiosos en México no es un fenómeno reciente, pues durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la CEM documentó 10 asesinatos de sacerdotes.
Con los dos casos registrados en el primer año de la administración de Sheinbaum, la cifra total asciende a 12 clérigos asesinados desde que Morena es el partido gobernante en el país.
El primer homicidio de un líder religioso bajo el actual gobierno fue el del padre Marcelo Pérez, quien fue acribillado el 20 de octubre de 2024 al abordar su vehículo tras oficiar misa en la Iglesia de Cuxtitali, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
En el informe 2024 de la Conferencia del Episcopado Mexicano, se detalla el alcance de la violencia sufrida por la iglesia católica entre diciembre de 2018 y el 30 de septiembre de 2024: 10 sacerdotes asesinados, 10 religiosos violentados, 26 templos atacados, profanados o asaltados cada semana, dos sacerdotes desaparecidos por más de una década y cerca de 900 extorsiones y amenazas de muerte contra miembros de la Iglesia.
Estos datos subrayan el entorno de alto riesgo en el que desarrollan su labor los líderes religiosos, especialmente en regiones dominadas por grupos criminales, donde intentan proteger a la población de abusos y actos violentos.
En Guerrero, la disputa por el control de actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la extorsión, el cobro de piso, los secuestros y la trata involucra a múltiples organizaciones, entre ellos se encuentra el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana, Los Tlacos, Los Ardillos, Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), Los Tequileros, Los Rojos, Los Carrillo, Los Rusos y Los Cárteles Unidos.
En la región de la Montaña guerrerense, la pugna entre Los Tlacos, Los Rojos, Los Ardillos y La Familia Michoacana se extiende más allá de los delitos de alto impacto, abarcando también el control de recursos municipales y de las dependencias de seguridad.
Desde que inició la administración de López Obrador, se registraron ataques en contra de los líderes religiosos en los estados de Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Guanajuato y Morelos.
Uno de los casos que mayor relevancia tuvo, ocurrió el 20 de junio de 2022, cuando los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora fueron asesinados dentro de un templo en Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua, cuando sujetos armados perseguían a un guía de turistas, identificado como Pedro Eliodoro, quien buscó refugio en la iglesia.
Tanto los religiosos como el guía fueron ejecutados y sus cuerpos retirados del lugar. El presunto responsable, Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, líder de la organización crimina Gente Nueva, brazo armado del Cártel de Sinaloa en la región, fue hallado muerto en Choix, Sinaloa en marzo de 2023, tras haberse ofrecido una recompensa de 5 millones de pesos por su captura.
En 2019, el sacerdote José Martín Guzmán Vega fue asesinado en el Ejido Santa Adelaida, municipio de Matamoros, Tamaulipas.
Un individuo irrumpió en la parroquia Cristo Rey de la Paz y apuñaló al religioso, según reportes de la Procuraduría estatal. La Diócesis de Matamoros condenó el crimen y exigió justicia.
Durante 2020 no se registraron asesinatos de sacerdotes, pero en 2021 se contabilizaron tres casos. El 28 de marzo, el cuerpo del padre Gumersindo Cortés González, de la Diócesis de Celaya, Guanajuato, fue hallado con signos de violencia tras haber sido reportado como desaparecido.
El 12 de junio, el misionero Juan Antonio Orozco Alvarado, de 33 años, murió en un fuego cruzado entre grupos criminales en la frontera de Zacatecas y Durango.
A finales de agosto, el padre José Guadalupe Popoca Soto, párroco de San Nicolás de Bari en Zacatepec, Morelos, fue encontrado muerto por disparo de arma de fuego en la casa parroquial; su vehículo no fue localizado y no se tenían reportes de amenazas previas, según la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos.
El 17 de mayo de 2022, el sacerdote José Guadalupe Rivas fue hallado sin vida en un rancho de Tecate, Baja California, junto a otro hombre, ambos con huellas de violencia. Rivas, además de su labor religiosa, presidía la Casa del Migrante. El alcalde de Tecate, Darío Benítez, informó que no se encontraron casquillos en el lugar, por lo que no se pudo determinar la causa de muerte.
El 22 de mayo de 2023 Javier García Villafaña, párroco de Huandacareo, Michoacán, fue asesinado a balazos mientras circulaba por la carretera Cuitezo-Huandacareo. Un mes antes había sido asignado a la parroquia de Capacho.
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